Si la impresión fotográfica te parece un reto imposible de
llevar a cabo con buen resultado, en tiendacartucho.es te damos algunas pautas para que
puedas imprimir las fotos de tus vacaciones y presumir de ellas.
Antes de empezar a imprimir, decide los tamaños en los que
quieres imprimir tus fotos y si quieres imprimirlas en color o blanco y negro,
formato estándar o personalizado, etc.
Una vez decidido esto tienes que tener en cuenta que debes
tener una impresora decente, cartuchos de calidad (que pueden ser compatibles o
remanufacturados, ya que los hay de mucha calidad), papel fotográfico y un poco
de paciencia.
La impresora:
Cuando hablamos de una impresora decente nos referimos a una
impresora que esté preparada para darte una calidad mínima de impresión.
Para esto es importante que sea una impresora de al menos 6
cartuchos de tinta. Son habituales en el mercado las impresoras que utilizan
tintas cyan, magenta, amarillo, photocyan,
photomagenta, negro, photonegro, … estas impresoras proporcionan mejores
resultados en la gama de colores e intensidades de las imágenes. Las impresoras de 4 cartuchos no pueden
imprimir colores tan ricos como las anteriores.
El papel:
El papel que utilizamos habitualmente es demasiado
absorbente y la tinta tiende a expandirse en su superficie. Si quieres un
resultado impecable es mejor utilizar un papel fotográfico de calidad, que
permita definir claramente las imágenes, impidiendo halos, manchas y mezclas de
colores inapropiadas. No escatimes en la calidad del papel, ya que un papel de
calidad impide el “sangrado” de la tinta (que se extienda por la porosidad del
papel) pero permite que los colores se fijen correctamente.
La imagen:
Por último, ten en cuenta la calidad de foto original. Las
imágenes para pantallas como móviles, tablets y ordenadores no necesitan tanta
calidad como las impresas, por lo que te puede ocurrir (seguramente suceda) que
una foto que ves preciosa en tu móvil aparezca pixelada y borrosa en el papel.
Recuerda que para imprimir una buena foto lo más importante es la calidad de la
cámara con la que se ha hecho.
Las imágenes para impresión deben tener unos 300 ppp (puntos
por pulgada). A este término lo llamamos resolución y es fundamental en la
impresión de fotografía. Si tu cámara no llega a los 200 ppp de resolución, no
merece la pena que te molestes en intentar imprimir las imágenes, ya que no
conseguirás una calidad óptima.
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